Covenant Protestant Reformed Church
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Conociendo Al Verdadero Dios

Rev. Steven Houck

(Pastor en las Iglesias Protestantes Reformadas)

 

 

La Vida Eterna

¿Conoce usted al Dios Verdadero? No el Dios de la imaginación de los hombres, sino el Dios quien se describe en la Biblia? ¿Lo conoce a El con un conocimiento íntimo de manera que lo ama y lo sirve? Esta es una pregunta muy importante. La Biblia nos enseña que la vida eterna es conocer a Dios y a su Hijo, Jesucristo. Jesús dice: Y esta es la vida eterna: que te conozcan a tí, el único Dios Verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado (Juan 17:3). Si ha de tener vida eterna y vivir con Dios para siempre en el cielo, debe conocer a Dios y a su Hijo Jesucristo. Por favor si se interesa en conocer al Verdadero Dios, considere cuidadosamente lo siguiente.

 

El Verdadero Dios

La Biblia enseña que Dios es muy grande y glorioso. Es el Dios Altísimo. Alto sobre todas las naciones es Jehová; sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, El que mora en las alturas, y se humilla para mirar en el cielo y en la tierra? (Salmo 113:4-6). Dios es tan grande que nadie es como El. No hay ningún ser en todo el mundo que se pueda comparar a Dios. Dios es tres personas en un ser Divino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios es infinito, auto-suficiente, inmutable y soberano. Es todopoderoso, omniciente y omnipresente. El Dios del cielo y de la tierra es el Dios Santo y justo. Está lleno de amor, gracia y verdad. Es tan grande que Su gloria es sobre todas las naciones y aún sobre los cielos. Nosotros no somos nada en comparación con El. Como nada son todas las naciones delante de El; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es (Isaías 40:17).

Se puede observar la grandeza de Dios en las obras maravillosas que ejecuta. La Biblia enseña que Dios es el creador de todas las cosas. En Génesis 1:1 leemos: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. El Universo no vino a existir por algún proceso de evolución. Fue creado por Dios en seis días. Dios meramente habló Su palabra todopoderosa y el mundo vino a existir. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos por el aliento de Su boca … porque El dijo y fue hecho; El mandó y existió (Salmo 33:6, 9). Dios es tan grande que creó el mundo de la nada. La Biblia nos enseña: Los cielos fueron compuestos por la Palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía (Hebreos 11: 3). Cada criatura, incluso usted, le debe su existencia a Dios.

Dios no es solo el creador del mundo, sino también el Sustentador del mundo. El sostiene al mundo de tal manera que continúa existiendo. Tú sólo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú preservas todas estas cosas … (Nehemías 9:6). Sin el poder preservador de Dios el mundo entero dejaría de existir. El universo no puede mantenerse por sí mismo. Fue creado por Dios y por eso necesita Dios para su misma existencia. Usted no puede existir y no puede hacer nada ni siquiera moverse sin el poder sustentador de Dios … pues El es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas … porque en El vivimos y nos movemos, y somos (Hechos 17:25, 28).

La grandeza de Dios no sólo se muestra por la creación y la sustentación del mundo, pero también por Su dominio sobre el mundo. Dios es el Gobernante del mundo. Jehová estableció en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos  (Salmo 103:19).  Dios es … el solo Poderoso, el Rey de Reyes, y Señor de Señores (I Timoteo 6:15). No es un Dios débil cuya voluntad es frustrada por cualquiera criatura. Es el Rey eterno quien gobierna por sobre todas las cosas, incluyéndolo a usted y a mí. El controla todas las cosas del mundo de tal forma, que ejecuta lo que ha planeado desde la eternidad para el mundo y cada uno de los que están en El. El hace todas las cosas según el designio de su voluntad (Efesios 1:11).  Dios es tu Gobernante y Rey.

Asi ninguna criatura en el mundo es independiente de Dios. Cada uno necesita y le debe su misma vida al Dios verdadero.  Además, Dios lo creó a usted para Su propia gloria.  La Biblia dice de Dios … porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas (Apocalipsis 4:11). Usted no fue creado para su propio placer. No fue creado para que solamente existiera. Usted fue formado para el placer y la gloria de Dios.

 

El Requerimiento de Dios

Ya que Dios es el glorioso y gran Creador, Sustentador, y Gobernante del mundo, El es digno de su honor y respeto.  Leemos en la Biblia, Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder: porque tú has creado todas las cosas … (Apocalipsis 4:11). En todas las obras que ejecuta, Dios muestra que es tan maravilloso y tan grande, que usted debe estar de pie en temor delante de El. Dios requiere que le temas y reverencies. Tema a Jehová toda la tierra: teman a él todos los habitantes del mundo (Salmo 33:8). Esta no es una opción. Es el mandamiento de Dios. Usted está moralmente obligado a tener un profundo respeto a su Creador.

La reverencia que Dios requiere de usted debe ser expresada en adoración, acción de gracias y servicio. Como una criatura de Dios, usted debe adorarlo. Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor (Salmo 95:6). Dios lo llama a usted para que lo reconozca como su Creador, Sustentador y Gobernante postrándose delante de El en adoración. Su adoración debe ser una expresión de su acción de gracias por todo lo que su Creador ha hecho por usted. La Biblia le llama a cantarle alabanzas. Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra ... Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza: alabadle, bendecid su nombre (Salmo 100:1, 4). Su vida entera debe ser apartada para el servicio de Dios. Todos sus talentos, tiempo y recursos deben ser usados para Su gloria. Jesús dice ... Al Señor tu Dios adorarás, y a El solo servirás (Lucas 4:8).

Adoración, acción de gracias y servicio se expresan en obediencia a los mandamientos de Dios. La Biblia dice ... porque esto es el todo del hombre (Eclesiastés 12:13). La ley de Dios le ha dado su deber completo hacia Dios. En los diez mandamientos Dios le dice lo que requiere de usted. La ley de Dios se encuentra en la Biblia en los primeros diecisiete versículos del capítulo veinte de Exodo.

En los primeros cuatro mandamientos usted aprende acerca de su deber específico hacia Dios.

1) Usted debe tener un solo Dios, el Dios verdadero de la Biblia. El exclusivamente debe ser el objeto de su amor y adoración.  Todos los otros dioses son falsos. Los dioses de otras religiones y los dioses del placer, el dinero y el poder, también deben ser rechazados.

2) Usted no debe representar a Dios con cualquier clase de imagen, ni puede adorarlo a El a través de una imagen. Usted debe adorar a Dios escuchando y obedeciendo la predicación de Su Palabra.

3) Dios prohíbe tomar Su nombre en vano al maldecir, o jurar, o usar Su nombre sin sentido. Siempre debe tener cuidado de temer y dar reverencia a Su santo nombre.

4) Dios lo llama a mantener Su día de reposo (domingo) santo. Es un día especial. No debe usarse para trabajar o recrearse, sino para el adoración y servicio de Dios. Usted debe atender los servicios de una iglesia donde se predica la Verdad de la Biblia.

Dios no solo requiere que usted se comporte de cierta manera hacia El, sino que actúe de cierta manera hacia la humanidad. Estos deberes se hallan en los últimos seis mandamientos.

5) Usted debe honrar a su padre y a su madre y a todos aquellos que están en autoridad sobre usted tales como oficiales del gobierno, líderes de la iglesia y su patrón. Este honor se expresa en respeto, sumisión y obediencia.

6) Dios le prohíbe odiar, dañar, o matar a cualquier persona, incluso usted mismo. Dios aborrece la envidia, el odio, el enojo y los deseos de venganza. Usted aún debe amar a sus enemigos.

7) Usted no debe tener relaciones sexuales con ninguno que no es legalmente su marido o  mujer. Dios también prohíbe el adulterio del corazón—pensamientos y deseos lujuriosos.

8) Usted no debe robar nada que le pertenezca a otro. Debe ganar sus posesiones por su propio trabajo honrado.

9) Usted no debe dar testimonio falso contra alguien, calumniando, criticando, ni propagando rumores. Toda mentira se prohíbe.

10) Usted no debe codiciar (desear en su corazón) ninguna cosa que pertenezca a otro.

Debe ser evidente que Dios requiere no solo obediencia externa, sino obediencia del corazón. Su corazón debe odiar todo lo que Dios prohíbe y deleitarse en todo lo que es justo.  Jesús nos enseña que la ley de Dios se resume en una palabra—amor. El dice, Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas (Mateo 22: 37-40). Dios requiere nada menos que amor perfecto. Usted debe amarlo con su ser entero. Amor es la base de toda su reverencia, acción de gracias, adoración, y servicio.

 

El Fracaso del Hombre

Si usted entiende que Dios es su Creador, Sustentador, y Gobernante, quien requiere de usted amor, adoración y servicio, debe entender asimismo algo muy básico acerca de usted mismo. Usted es un pecador quien falla en cumplir sus obligaciones con Dios. Usted no ama, ni rinde adoración, ni sirve a Dios como debe. Usted no cumple con los 10 mandamientos que Dios ha dado. Aunque no desobedece exteriormente estos mandamientos, los rompe todos en su corazón.  Usted no ama a Dios con todo su corazón, alma, y fuerza. No consagra su vida entera a la adoración y servicio de Dios. Usted es pecador y debe decir, Yo he pecado; ¿qué puedo hacerte a ti, oh Guarda de los hombres?… ¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? … He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca (Job 7:20; 13:23; 40:4). Si usted niega que es un pecador, es deshonesto con si mismo y con Dios. La Biblia dice, Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros  (I Juan 1:8).

Si no fuera por la gracia de Dios, ninguna persona podría hacer lo bueno y agradar a Dios. Todas las personas son semejantes en que cada uno es un pecador No hay justo, ni aún uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno (Romanos 3:10-12). No hay excepciones. Cada uno deja de cumplir su deber ante Dios. La Biblia dice, todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia (Isaías 64:6). Dios requiere perfección, pero el hombre está lejos de ser perfecto.

La incapacidad del ser humano de cumplir su deber delante de Dios no se debe atribuír a Dios. Dios creó al hombre virtuoso y capaz de hacer todo lo que requiere. Pero nuestro primer padre, Adán, se rebeló contra Dios. Desobedeció a Dios y cayó de su estado de virtud al estado de pecado. Como resultado de esa caída en el pecado, la naturaleza interna espiritual de Adán se volvió mala. En lugar de amar y servir a Dios, amó y sirvió al pecado y al diablo. Esa naturaleza corrupta espiritual de Adán ha sido pasada a toda su posteridad. Porque usted es un descendiente de Adán, también ha heredado su naturaleza corrupta. Así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte; así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron (Romanos 5:12). La Biblia llama esa corrupción espiritual muerte—muerte espiritual. Usted peca porque su naturaleza interna espiritual es mala. Usted está espiritualmente muerto. La Biblia habla de la naturaleza pecadora interna del hombre cuando dice, Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso: (Jeremías 17:9).

Además, su incapacidad de cumplir su deber no cambia el hecho de que el requisito de Dios permanece igual. Dios no ha cambiado. Es todavía El Dios Santo. Los ángeles adoran delante de El, Santo, santo, santo Jehová de los ejércitos (Isaías 6:3). Siendo el Santísimo, Dios es totalmente perfecto. El no puede pecar y no tolera el pecado en otros. Dios odia el pecado y a aquellos quienes cometen pecado. La Biblia dice de Dios, Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad: el malo no habitará junto a tí. Los insensatos no estarán delante de tus ojos: Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira: al hombre sanguinario y engaÔador abominará Jehová (Salmo 5:4-6). Dios es un Dios celoso. El dice, Porque no te has de inclinar a dios ajeno; que Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es (Exodo 34:14). Aunque usted es pecador, es todavía una criatura de Dios y El celosamente le prohíbe tener cualquier otro dios. El Dios celoso demanda que se le ame y rinde adoración a El, y lo sirva exclusivamente.

Porque el hombre no cumple su deber ante Dios, todos sin excepción son dignos de la condenación y destrucción eterna de Dios. Usted merece el castigo eterno en el infierno. Dios es tan celoso de Su santidad que castiga a cada uno por su pecado. Jehová es Dios Celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios … Jehová es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable ... (Nahum 1:2-3). Al final del mundo Dios enviará al tormento eterno del infierno a cada uno de los que no han sido salvados por Su gracia y quienes por lo tanto, están todavía en su pecado. Jesús dice, Así será al fin del siglo: saldrán los angeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes (Mateo l3:49-50). Aparte de la gracia de Dios, nadie escapará el castigo eterno de la ira vengadora de Dios.

 

La Salvación de Dios

La situación del hombre parece sin esperanza. ¿Cómo podemos escapar de la ira de Dios y la destrucción eterna en el infierno? ¿Cómo pueden los pecadores venir a conocer a Dios íntimamente y vivir en comunión con El? ¿Cómo puede un pecador ser santo? Es imposible para el hombre. ¿Quién puede sacar lo limpio de lo impuro? ¡Nadie! (Job 14:4). Pero lo que es imposible para el hombre no es imposible para Dios. El Glorioso Creador, Sustentador, y Gobernante del mundo es también el Salvador, quien libera del pecado, la muerte y el infierno. Dios dice,Yo, yo Jehová; y fuera de mí no hay quien salve (Isaías 43:11). El Dios verdadero no es solo un Dios santo y virtuoso quien castiga a los pecadores, sino también un Dios de amor y gracia quien muestra misericordia. En su gracia y amor, El ha enviado a Jesucristo a lograr la salvación.  Dios, en Jesucristo, es el único Salvador.

Jesucristo es el Hijo eterno de Dios quien vino al mundo y tomó en sí la naturaleza humana. El es Dios verdadero, pero es también hombre verdadero.  En Cristo, Dios fue manifestado en carne (I Timoteo 3:16). Y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es: Dios con nosotros (Mateo 1:23). Jesús fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María. Después de haber llegado a edad adulta, predicó el evangelio por tres años y medio. Le habló a las personas acerca de Dios, su verdad, y salvación. Curando enfermos y aún levantando muertos a la vida, El mostró el poder de Dios que salva a los pecadores. En toda Su vida El amó, sirvió, y obedeció a Dios perfectamente. Al final de Su vida fue tomado por hombres malvados, llevado al Calvario y clavado en la cruz donde murió, tal como Dios lo había planeado desde la eternidad. Después de tres días en la tumba se levantó de entre los muertos. Ascendió al cielo y ahora se sienta a la mano derecha de Dios gobernando el mundo hasta que vuelva para juzgar a los vivos y a los muertos.

Por el sacrificio de Su muerte Cristo obtuvo salvación. Cuando sufrió y murió en la cruz El cargó sobre Su propio cuerpo los pecados de todos aquellos a quien Dios eligió salvar. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios ... (I Pedro 3:18). Los pecados de aquellos fueron contados como pecados de Cristo y Dios castigó a Cristo en el lugar de ellos. Cristo pagó la deuda que ellos le debían a Dios para que ellos obtuvieran el perdón de su pecado. Leemos, En quien [Cristo] tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:14). Más aun, toda la justicia de Cristo es considerada la justicia de ellos, como si ellos perfectamente amaran, adoraran, sirvieran, y obedecieran a Dios. Cristo ha cumplido con el requerimiento de Dios en lugar de ellos. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituídos justos (Romanos 5:19). La muerte de Cristo salva a pecadores de la ira y condenación de Dios. Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús ... (Romanos 8:1).

Cristo no sólo obtuvo salvación por Su obra en la cruz, sino que también la hizo eficaz en las vidas de cada uno de aquellos a quienes Dios ha elegido salvar para que realmente experimenten la salvación. Cristo los levanta de la muerte espiritual a la vida espiritual para darles una naturaleza nueva, interna, espiritual, que lo ame a El. Así dijo Dios, y os daré un corazón nuevo también, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros ... Y pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Ezequiel 36:26-27). De ese corazón nuevo Cristo hace salir fe y arrepentimiento, de manera que el nuevo hijo de Dios se vuelve de sus pecados y por fe adora y sirve al único Dios verdadero, aunque imperfectamente. Viene a conocer a Dios como su Salvador de una manera íntima y personal. Dios camina con é1 y habla con é1 de manera que tienen comunión el uno con el otro. Pero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna (I Juan 5:20). Cristo lleva a los creyentes a tener comunión con el Dios verdadero y viviente.

Esta salvación no es la obra del hombre. No podemos pensar, decir, ni hacer nada para ganar la salvación. Es la obra de Dios solamente. La Biblia dice de Dios, que nos salvó, y llamó con vocación santa, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y su gracia, que nos fue dada en Cristo Jesús ... (II Timoteo 1:9). Dios salva exclusivamente con su gracia. La salvación no es algo que merecemos. Es un regalo que se da gratuitamente en Jesucristo. Porque por gracia sois salvos por media de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9). Ningún hombre debe jactarse que contribuyó a su propio salvación. La salvación no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios quien tiene misericordia (Romanos 9:16).

Fe Verdadera

Ya que Dios salva dándole fe al pecador, la salvación es imposible sin fe. Nadie puede ser un verdadero hijo de Dios sin fe. Pero sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él (Juan 3:36). ¿Quiere escapar de la ira de Dios y de la destrucción eterna en el infierno? ¿Está usted cargado con sus pecados y busca el perdón? ¿Desea conocer a Dios y a Su Hijo Jesucristo y así disfrutar de la bendición de la vida eterna? Jesús dice, Tened fe en Dios (Marcos 11:22). Un hombre una vez preguntó, ¿Qué debo hacer para ser salvo? Y le fue contestado, Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa  (Hechos 16:30-31). ¡Dios lo manda a creer!

¿Qué es la fe verdadera? Fe es tres cosas:

1) Es el conocimiento de la verdad acerca de Dios, Cristo, el hombre, y la salvación.

2) Es la creencia en esta verdad.

3) Es confianza y seguridad en el Dios verdadero y Su Hijo Jesucristo como su Salvador.

¿Qué debe Ud. creer?

1) Ud. debe creer que Dios es el glorioso Creador, Sustentador, y Gobernante del mundo. Usted debe depender de El en todo.

2) Usted debe creer que es su deber amar, adorar, servir, y obedecer a Dios. El Dios grande y glorioso es digno de su reverencia y honor.

3) Usted debe creer que es un pecador quien no puede cumplir su deber ante Dios. Usted merece el tormento eterno en el infierno.

4) Usted debe creer que Dios envió a su Hijo unigénito, Jesucristo, a salvar a los pecadores. Cristo obtuvo salvación muriendo en la cruz y derramando Su sangre preciosa. En el tercer día El se levantó de los muertos siendo el Salvador victorioso. Fuera de El no hay salvación.

5) Usted debe creer que Dios en Cristo Jesús es su Salvador quien lo libera de sus pecados y le da vida eterna.

Fe verdadera hace que una persona se arrepienta de sus pecados. Usted no puede decir que cree en Dios y Jesucristo si continúa viviendo en el pecado. Jesús lo manda, Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 4:17).

El arrepentimiento verdadero es tres cosas:

1) Es el reconocimiento que usted es verdaderamente un pecador quien necesita salvación.

2) Es un dolor piadoso por su pecado. Usted no se lamenta solamente por las consecuencias malas de su pecado, sino se aflige por el hecho de que ha pecado contra Dios, su Creador, Sustentador, y Gobernante.

3) Es el apartarse de sus pecados y abandonarlos. Usted ya no busca vivir la vida a su antojo, sino quiere buscar a Dios y Su justicia.

Fe verdadera llena el corazón del creyente con agradecimiento de manera que ahora quiere obedecer a Dios. Lo hace ver cuán maravilloso es Dios en salvarlo de sus pecados. Ama a Dios y quiere hacer todo lo que Dios manda. Aunque no puede obedecer la ley de Dios perfectamente, busca seguir Sus mandamientos. Jesús dice, Si me amaís, guardad mis mandamientos (Juan 14:15). El creyente verdadero mostrará su amor a Dios asistiendo a servicios en una iglesia donde solo se predica la Palabra de Dios, la Biblia. Leerá y estudiará la Biblia diariamente. Irá delante de Dios en oración cada día. Buscará conocer a Dios más y más, porque sabe que tiene solo un pequeño comienzo del conocimiento de Dios. Se dedicará el resto de su vida a aprender más del Dios verdadero y de Su Hijo Jesucristo.

La persona quien tiene fe verdadera no piensa que su fe, arrepentimiento, amor, y obediencia han venido por su propio esfuerzo. No piensa que estas cosas son el resultado de su colaboración en su salvación, como si hubiera ayudado a Dios. Sabe y cree que todas estas cosas son parte de la salvación que Dios da gratuitamente. Usted no puede tener fe, arrepentimiento, amor y obediencia si la gracia de Dios no produce estas cosas en su corazón y en su vida. Jesús dice, sin mi nada podéis hacer (Juan 15:5). Usted tampoco debe pensar que por su fe, arrepentimiento, amor, y obediencia cumple el requerimiento de Dios por sí mismo. Usted debe creer que su salvación se basa solamente en la muerte y resurrección de Jesucristo.

 

¿Conoce usted al Dios Verdadero?

¿Conoce usted al Dios verdadero y a Su Hijo Jesucristo? ¿Conoce usted la bendición de tener la vida eterna?

Si no, Dios manda que usted debe creer en el nombre de su Hijo Jesucristo (I Juan 3:23).

Si cree ya, busque conocer a Dios y a Su Hijo mejor.

Jesús dice, Y esta empero es la vida eterna: que te conozcan a Tí, el único Dios Verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

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*Las citas bíblicas se han tomado de la Biblia Reina-Valera y están impresas en cursiva.

Publicado en inglés por la Iglesia Protestante Reformada La Paz

Apartado Postal 5634, Lansing, IL, U.S.A. 60438

Primera Edición Mayo, 1993

Publicado en español Enero, 1999

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