Rev. Ron Hanko
El nombre de Emanuel, o Emmanuel, se encuentra sólo dos veces en la Escritura, en la promesa de Isaías 7:14 y en su cumplimiento en Mateo 1:23.
El nombre significa “Dios con nosotros”, la finalización -el es la palabra hebrea para “Dios” y el resto del nombre significa “con nosotros”. Esto es de hecho la interpretación del nombre mismo hecha por Dios dado por el ángel Gabriel en Mateo 1:23.
El nombre fue anunciado por primera vez en el Antiguo Testamento para el rey Acaz por el profeta Isaías. Fue anunciado como parte de la señal que Dios estaba dando a Acaz, una señal para asegurar a los fieles en Judá que Dios no los había abandonado en momentos muy difíciles y que nunca los abandonaría.
Más tarde, cuando la profecía de Isaías se cumplió en el nacimiento y en el nombramiento de Cristo, Dios mostró, cómo Él iba a estar con su gente y por qué Él nunca los abandonaría. Él estaría con ellos como Emmanuel, y nunca los abandonaría por amor a Su nombre.
El nombre Emmanuel, por lo tanto, se refiere al hecho de que Jesús es Dios y hombre en una sola persona. En él, Dios está con nosotros de la manera más cercana posible, tomando nuestra naturaleza humana en la unión consigo mismo. Así el nombre Emmanuel es el cumplimiento de las promesas del pacto de Dios al ser el Dios de su pueblo morando con ellos.
De hecho, Jesús como Emmanuel es, Él mismo la realización del pacto de amistad y compañerismo hecha por Dios. A través de la unión de la naturaleza divina y humana en sí mismo, Jesús nos hace partícipes de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4), y como el unigénito Hijo de Dios Él permanece con nosotros y en nosotros en una unión irrompible (Galatas 2:20), por lo que es hueso y carne con nosotros (Efesios 5:30).
Como Emanuel, Jesús es el verdadero tabernáculo o templo de Dios y cumple la promesa de Apocalipsis 21:3: “Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos“. Esa es la razón por la que no hay templo en la nueva Jerusalén, porque “el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero [como Emmanuel] son los templo de ella” Apocalipsis 21:22.
El nombre de Emmanuel también se refiere a la obra de Cristo, porque Dios no puede estar “con” pecadores excepto a través de la expiación hecha por los pecados de ellos. El nombre, entonces, es un recordatorio de que “Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo” (2 Corintios 5:19). Dios está con nosotros en Emmanuel como el que viene a nosotros en nuestra condición perdida, toma sobre sí nuestros pecados, y por lo tanto elimina todos nuestros pecados para redimirnos y librarnos de ellos.
Por ende, ¡Qué bendición es este nombre Emmanuel para todos los que creen en Él! En una sola palabra, es todo el mensaje del Evangelio, que nos enseña acerca de nuestro Salvador y de la bendición de la salvación que está en Él.
Tomado de
Doctrine According to Godliness por Ronald Hanko,
pp. 126-127.
Título en inglés: The Name Immanuel
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